Entre Frases 8: Bajo la misma estrella

¡Buenas tardes, mortales! ¿Que tal les va el domingo? ami super bien. Nunca pensé que con esta sección iba a hacer entradas tan seguidas pero bueno, aquí estamos otra vez. Hoy le toca el turno a Bajo la misma estrella de John Green ¿quien no ama las frases de este libro? nadie. Así quee.... EMPECEMOS.

Yo: Si quieres que sea una adolescente, no me mandes al grupo de apoyo. Cómprame una identificación falsa para que pueda ir de antro, beber vodka y fumar mota. 

Mi madre: Para empezar, tú no fumas mota.

Yo: Eso lo sabría si me consiguieras la credencial. 

-¿Cómo te llamas? -me preguntó 

-Hazel.

-Me refiero a tu nombre completo.

-Ah... Hazel Grace Lancaster.

-¿Qué pasa? -le pregunté 

-Nada -me contestó

-¿Por qué me miras así?

Augustus esbozó una sonrisa.

-Porque eres guapa. Me gusta mirar a las personas guapas, y hace tiempo decidí no privarme de los sencillos placeres de la vida.

-Casi no te conozco, Augustus Waters. Podrías ser un asesino en serie.

Augustus asintió.

-Tienes razón, Hazel Grace.

-Los cigarrillos no te matan si no los enciendes -me dijo mientras mi madre se acercaba a la orilla-. Y nunca he encendido ninguno. Mira, es una metáfora: te colocas el arma asesina entre los dientes pero no le concedes el poder de matarte.

Se arrodilló junto a la cama y me desenroscó del gran concentrador rectangular de oxígenos, al que yo llamaba Philip, porque tenía pinta de llamarse Philip

-¿Puedo volver a verte? -me preguntó
Su voz sonó nerviosa y me pareció entrañable.
-Claro -le contesté sonriendo.
-¿Mañana? -me preguntó.
-Paciencia, saltamontes -le aconsejé-. No querrás parecer ansioso...
-No, por eso te he dicho mañana -me contestó- Quisiera volver a verte hoy mismo, pero estoy dispuesto a esperar toda la noche y buena parte de mañana

-Eso es lo que pasa con el dolor -dijo Augustus. Volvió la mirada hacía mí y añadió-: Hay que sentirlo. 

-Pero creo en el amor verdadero. ¿Tú no? Creo que no todo el mundo puede conservar sus ojos, o no ponerse enfermo, o lo que sea, pero todo el mundo debería tener amor verdadero, y debería de durar como mínimo toda la vida. 

-Bien -dijo después de una eternidad-. Quizá ''Bien'' será nuestro ''Siempre'' 

-Que yo soy como... como una granada, mamá. Soy una granada, y en algún momento explotaré, así que me gustaría que hubiera el menor número de víctimas posible, ¿de acuerdo?

-¿En serio? -me preguntó-. Siempre había pensando que el mundo era una gran fábrica de conceder deseos. 

-Pues resulta que no es el caso -le respondí

-¿Título? -me preguntó

-Columpios buscan hogar -le contesté

-Columpios desesperadamente solos buscan un hogar feliz -dijo él.

-Columpios apedofilados que se sienten solos buscan culos de niños -dije yo. 

-La gente se acostumbra a la belleza.

-Pues yo todavía no me he acostumbrado a ti -me contestó sonriendo. 

-Bueno, no me importaría, Hazel Grace. Sería un privilegio que me rompieras el corazón. 

-Hay infinitos más grandes que otros infinitos -contesté arrastrando las palabras e imitando a Van Hounten.

-Estoy enamorado de ti -me dijo en voz baja.
-Augustus -dije yo.
-Lo estoy.
Me miraba fijamente, y yo veía cómo se le arrugaban las comisuras de sus ojos.
-Estoy enamorado de ti, y no me apetece privarme del sencillo placer de decir la verdad. Estoy enamorado de ti y sé que el amor es sólo un grito en el vacío, que es inevitable el olvido, que estamos todos condenados y que llegará el día en que nuestros esfuerzos volverán al polvo. Y sé que el sol engullirá la única tierra que vamos a tener, y estoy enamorado de ti. 

-Me llamo Hazel. Augustus Waters fue el fugaz gran amor de mi vida. La nuestra fue una historia de amor épica, y no profundizare más en el tema para no hundirme en un mar de lagrimas. Gus lo sabía. Gus lo sabe. No voy a contarles nuestra historia de amor porque, como todas las historias de amor reales, morirá con nosotros, como debe ser. 

-En estos días, a menudo siento que me fastidia que mi serie infinita sea tan breve. Quiero mas números de los que seguramente obtendré, y quiero mas números para Augustus de los que obtuvo. Pero, Gus, amor mío, no puedo expresar lo mucho que te agradezco nuestro pequeño infinito. No lo cambiaría por el mundo entero. Me das una eternidad en esos días, y te doy las gracias.

-En casa de Gus hay un dibujo con una gran frase, una frase que tanto él como a mí nos parecía muy reconfortante: <<Sin dolor, ¿cómo conoceríamos el placer?>>.

Mis pensamientos son estrellas con las que no puedo formar constelaciones. 

No puedes elegir si van a hacerte daño en este mundo, pero sí eliges quién te lo hace. 

Pues si, esa son todas las hermosas frases que deben de enmarcar para la historia. John Green has hecho que la vida en la tierra no sea tan dura.

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